La limpieza dental es uno de los tratamientos dentales preventivos más habituales en las clínicas dentales. Realizar limpiezas de forma periódica contribuye a evitar el crecimiento descontrolado de bacterias en nuestra boca y la aparición de sarro.
¿Qué es la limpieza bucal?
Aunque creamos que con cepillar los dientes a diario sea suficiente para una buena higiene bucal, lo cierto es que las limpiezas bucales no solo consiguen una limpieza en profundidad, sino que también previenen enfermedades.
La profilaxis, conocida coloquialmente como limpieza dental, es una técnica odontológica que se encarga de limpiar las superficies dentales, eliminando el sarro y la placa bacteriana acumulada.
Pero, ¿qué es el sarro?
El sarro son colonias de bacterias que han sido cubiertas por minerales, por lo que se han endurecido y adherido con fuera al diente. Las acumulaciones de sarrio pueden formarse con mucha rapidez y una vez lo han hecho, no desaparecen con el cepillo diario: solo pueden eliminarse con una limpieza bucal profesional.
¿Qué riesgos hay si no me hago limpiezas dentales?
Además de causar caries y mal olor (halitosis), el sarro es muy peligroso para nuestra salud. Nuestro sistema inmunitario considera a estas bacterias un cuerpo extraño y, como con cualquier agente patógeno, trata de combatir la invasión con inflamación y sangrado. Esto da lugar a una inflamación crónica de encías (gingivitis) o enfermedad periodontal.
¿Cada cuánto tiempo es recomendable realizarse una limpieza dental?
Generalmente es recomendable realizarse, al menos, una higiene oral al año, y si es posible, una cada seis meses. También si nosotros mismos vemos aparecer sarro con rapidez, o sufrimos también problemas de inflamación de encías, es posible que debamos realizarla con más frecuencia. En cambio, si no tenemos afecciones dentales o si padecemos de sensibilidad dental después de la limpieza, podemos esperar más tiempo para la siguiente sesión.
¿En qué consiste una limpieza dental?
Se trate de uno de los servicios más sencillos y más rápidos que se realiza en una clínica: con un instrumento de ultrasonidos se elimina la placa de la superficie de los dientes, especialmente en la parte que está justo debajo de la línea de la encía. La acumulación de bacteria en esa zona es una de las principales causas de enfermedad periodontal.
En ocasiones, el dentista o higienista, usa un chorro de agua a presión con bicarbonato especial para eliminar las manchas de las superficies de los dientes. A continuación, pulirá los dientes con una pasta dentífrica especial, y por último finalizará todo el proceso aplicando fluorización.