Generalmente los padres quieren estar presentes dentro del gabinete dental mientras tratan a sus hijos. Sin embargo, existen razones por las que los profesionales aconsejan que los padres se abstengan de entrar al gabinete mientras se realiza algún tratamiento al menor.
Por qué entrar solos al gabinete dental
Los niños muy pequeños, de alrededor de 3 años, presentan mayor dependencia de sus padres, a veces ante una nueva situación que puede ser amenazante para ellos, se sienten más seguros si estos están dentro del gabiente. En este caso, la presencia de los padres supone una gran ayuda para la relación niño-odontopediatra-padre, que nos permitará realizar el tratamiento con éxito.
Conforme el niño se hace mayor, la presencia de los padres puede influir negativamente en su conducta. Si los padres no están presentes, los niños tienden a prestar más atención a las indicaciones y portarse mejor. Además, con la presencia de los padres se pueden generar interferencias en el gabinete que pueden ocasionar la distracción del profesional.
Cuando los padres no están presentes, se consigue una mayor conexión entre el niño, odontólogo y auxiliar y dentro del gabinete. El odontopediatra/ortodoncista es el que debe regir las normas y, en ocasiones, la presencia de los padres puede desautorizar las indicaciones de los profesionales que tratan al menor.
Nuestro consejo
Se aconseja la presencia de los padres en las primeras visitas y revisiones, ya que se produce una primera toma de contacto y confianza entre profesional-niño-padres. En estas primeras sesiones se explicará el diagnóstico de la boca del peque, y posibles tratamientos, pautas a seguir por parte de los padres, se responderá posibles dudas, etc. Una vez ya se haya establecido esta relación, se aconseja que los padres no entren en el gabinete. El motivo principal de que durante el tratamiento los niños entren solos, es, simplemente, porque de esta manera el niño consigue crear un lazo de unión con el profesional, se porta mejor y el tiempo en el dentista pasa a ser un tiempo ameno y divertido para ellos.
Por supuesto, cada niño tiene unas necesidades particulares y los casos a nivel individual son diferentes, y se podría acordar la presencia de los padres durante el tratamiento si esto fuera lo mejor para el menor. Para nosotros es importante que comprendan el por qué de esta actuación.